Es importante la manera en cómo te vistes, puesto que ésta es la imagen que proyectas a los demás. Reflexiona si tu vestimenta, actitud y comportamiento te hacen lucir bien. Existe una frase muy cierta que dice “No solo hay que ser, sino hay que parecer”, es decir, esta congruencia entre tu oficio y tu atuendo es fundamental para ganar credibilidad y confianza desde la primera impresión.
Esto no solo es para las personas de alto poder adquisitivo, sino para cualquiera. Los detalles simples ayudan a construir y proyectar una buena imagen, no se necesita de grandes o costosos accesorios.
Son solo excusas…
Aquí te enlisto algunas de las excusas más comunes que nos imponemos solos y la manera para solucionarlos.
- No tengo tiempo. Aprende a administrar tu tiempo, con tan solo 15 minutos podrás alcanzar esa buena imagen, acuérdate, los detalles simples hacen la diferencia.
- No tengo buen gusto. Busca en internet tendencias de moda, o bien, cómo utilizar accesorios para alcanzar un buen estilo. Actualmente, toda información está al alcance de un click. ¡No te desanimes!
- No tengo dinero. Se necesita esfuerzo para alcanzar cualquier meta. Ponte las pilas y dedica un pequeño porcentaje de tu ingreso para tu imagen y cuidado personal; no tienes que comprar todo de un solo golpe.
- No tengo buen cuerpo. Existe ropa para todo tipo, conoce tu cuerpo y adopta un buen estilo para ti y tu personalidad. También cambia tu alimentación y/o crea una rutina de ejercicios de tal manera que te ayuden a mejorar esa parte de tu cuerpo que no te agrada tanto. Te garantizo que te amarás más.
Es un hecho que si tú no te sientes bien contigo mismo, tanto interna como externamente, no podrás trabajar con eficacia, productividad y eficiencia. Así que termina con estas excusas, que todo el poder de cambio está en ti y tu mente.
Recuerda, el principal objetivo de tu vida eres tú, y si eres mamá o papá con más razón, puesto que tu ejemplo es que el seguirán tus niños. ¿Qué imagen quieres proyectarles a tus hijos?